Mauro Adán Castro
En una sesión solemne en el Congreso de la Unión, Claudia Sheinbaum fue investida como la primera presidenta de México, rodeada en su mayoría por mujeres y recibida con aplausos. La diputada Ifigenia Martínez le entregó la Banda Presidencial, en un acto que culminó con gritos de “¡Viva!” y “¡Presidenta!” por parte de los presentes. Con este acto, Sheinbaum asumió oficialmente el cargo, bajo el apoyo mayoritario de Morena y sus aliados.
Durante su discurso, Sheinbaum elogió la trayectoria política de Andrés Manuel López Obrador, destacando sus logros a favor de los sectores más vulnerables. Recordó la importancia del empoderamiento femenino al afirmar que “con ella, llegaron todas”, y reafirmó su compromiso con la máxima de “por el bien de todos, primero los pobres”. Asimismo, reiteró la crítica a los gobiernos neoliberales y subrayó la relevancia de la austeridad en el gasto público.
La presidenta también delineó los diez principios que guiarán su administración, entre los que destacan la honestidad en el servicio público, la igualdad de género y el respeto a las libertades.
Además, prometió mantener los programas sociales existentes, como el IMSS-Bienestar y las pensiones, e impulsar el desarrollo económico mediante la promoción del T-MEC y el incremento del salario mínimo.
Al concluir su mensaje, Sheinbaum reafirmó su compromiso con la paz y la justicia en México, descartando una guerra contra el narcotráfico y priorizando la inteligencia, investigación y cero impunidad. Posteriormente, informó que viajaría a Acapulco, Guerrero, para coordinar la atención a los afectados por el huracán John, antes de continuar con los actos oficiales de su investidura en Palacio Nacional.
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