Ana Ibaiguren
En 2020, en plena pandemia, Netflix lanzó ‘El Hoyo’, un thriller español que conmocionó a audiencias de todo el mundo al exponer lo peor de la naturaleza humana. A pesar de que su final fue polémico para muchos, la perturbadora trama quedó en la memoria colectiva y fue suficiente para inspirar una secuela que ahora está disponible en la plataforma.
Con el estreno de esta secuela, es momento de explorar las prisiones reales que influyeron en la recreación de este angustiante universo. Aunque no existe una cárcel exactamente igual a la de ‘El Hoyo’, varias instalaciones alrededor del mundo comparten elementos de aislamiento extremo y condiciones inhumanas que inspiraron la película.
ADX Florence (Estados Unidos)
Conocida como Supermax, esta prisión en Colorado se caracteriza por su régimen de confinamiento solitario. Los prisioneros pasan 23 horas al día en pequeñas celdas sin contacto social, y la hora fuera de ellas es en otra celda ligeramente más grande. Esta prisión ha albergado a criminales como Ted Kaczynski (el Unabomber) y Zacarias Moussaoui (conspirador del 11 de septiembre).
Alcatraz (Estados Unidos)
Ubicada en una isla frente a San Francisco, Alcatraz operó entre 1934 y 1963 como una prisión de máxima seguridad. Su ubicación remota y sus duras condiciones la convirtieron en un símbolo del aislamiento. Los prisioneros solo recibían lo esencial: comida, ropa, refugio y atención médica.
La Tumba (Venezuela)
Parte de la prisión El Helicoide en Venezuela, La Tumba es sinónimo de tortura y violaciones de derechos humanos. Los prisioneros, en su mayoría opositores políticos, sufren un confinamiento en celdas oscuras y sin ventanas, bajo constante vigilancia, lo que deshumaniza por completo a los recluidos.
Estas cárceles, que representan lo más cruel de los sistemas penitenciarios, sirvieron como base para dar vida al aterrador universo de la secuela de ‘El Hoyo’, haciendo de la película una experiencia aún más intensa y perturbadora.
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