Por: Mauro Adán Castro
El 4 de julio de 2024, más de 250 líderes nacionales y estatales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) emitieron un pronunciamiento solicitando la destitución de Rafael Alejandro Moreno Cárdenas como presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido. La petición se fundamenta en la «grave crisis del partido y la necesidad de redefinir su viabilidad política».
Los firmantes, que incluyen ex dirigentes nacionales y estatales, ex legisladores locales y federales, y consejeros locales, rechazaron la reelección de Moreno Cárdenas. Además, propusieron que la XXIV Asamblea Nacional Ordinaria del PRI se celebre después del periodo del actual presidente y sea organizada por un órgano colegiado de dirigentes.
En el documento, los líderes priistas argumentaron que es «improrrogable» el mandato de la actual dirigencia y sugirieron la creación de una dirigencia interina conformada por ex presidentes del Consejo Político Nacional y cuadros reconocidos por su trayectoria y prestigio. Esta dirigencia interina sería responsable de conducir la próxima asamblea de manera colegiada, autocrítica e incluyente.
Asimismo, los más de 250 firmantes pidieron una evaluación seria de los problemas y retos del partido, así como las transformaciones profundas que requiere. Propusieron que esta dirigencia interina convoque a la elección de una nueva dirigencia nacional y reforzaron el principio de «no reelección de la dirigencia» en los nuevos documentos básicos del partido. El objetivo es evitar que los mandatos se extiendan indebidamente y que el partido quede bajo el control de un grupo en particular.
